¿Hay vida en las casas de muñecas más allá de la era victoriana? La respuesta es si, y Grace Shaw lo demuestra con
The Baltimore Block.
Grace recibió esta casa como regalo de Navidad. Como no sabia que hacer con ella, le preguntó a su marido, que ni corto ni perezoso, le contestó: "Una casa de crack". Dicho y hecho: Grace se puso manos a la obra y este es el resultado:
Facahada del edificio, con agente de la DEA y vagabundo incluidos. Los laterales de la fachada están llenos de graffitis.
Vista general del interior del edificio.
Vestíbulo de la casa: Todo parece muy normal.
El bar.
Salón y cocina.
Biblioteca para adultos y escena del crimen.
La habitación del fumador de crack.
La habitación de la prostituta.
Plantación de marihuana en el ático.
1 comentario:
Me parece genial,muy original.Me ha encantado elfumadero de crack,muy conseguido.Saludos.
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